La piel flácida en el rostro es un problema común a medida que envejecemos, pero también puede ser causada por la pérdida de peso, el embarazo o la exposición al sol. Los tratamientos para la piel flácida en el rostro pueden incluir el uso de láseres, radiofrecuencia o ultrasonido para estimular la producción de colágeno y tensar la piel. También se pueden utilizar productos para el cuidado de la piel que contengan ingredientes como el retinol o péptidos para estimular la producción de colágeno.